México, 10 Abr (Notimex).- Los agujeros negros como el ubicado en el centro de la galaxia M87 y del cual fue presentada por primera vez una fotografía, carecen de una superficie, cuya atracción gravitatoria es tan grande que nada, ni siquiera la luz, puede escapar de ella.
Este tipo de objetos forman una zona del espacio, donde la materia se ha replegado sobre sí misma. Ese colapso catastrófico genera una gran cantidad de masa que se concentra en el menor espacio como ningún otro del Universo.
Si bien los agujeros negros no son visibles, se sabe que afectan al polvo estelar, estrellas y galaxias cercanas. Varios de éstos están rodeados por discos de material.
Conforme dichos discos giran en torno de ellos como torbellinos, alcanzan temperaturas elevadas, además arrojan rayos X, señaló la Agencia Espacial Europea (ESA, por sus siglas en inglés).
Bajo esta premisa, los investigadores del proyecto Event Horizon Telescope (EHT) mostraron, por primera vez, una serie de imágenes de la sombra de un agujero negro supermasivo, ubicado a 50 millones de años luz.
Se trata de un anillo luminoso alrededor de un hoyo negro supermasivo, hallazgo que confirma la Teoría de la Relatividad, propuesta por Albert Einstein hace 104 años.
La Administración Nacional de la Aeronáutica y del Espacio (NASA, por sus siglas en inglés) indicó que existen, al menos, dos tipos de agujeros negros: los de masa estelar y los supermasivos.
Este tipo de objetos estelares se forma cuando una gran estrella, con una masa superior a la del Sol, consume todo su combustible y explota, esto se conoce como supernova. Después, el remanente colapsa y se transforma en un objeto súper compacto: un agujero negro.
Los agujeros negros de masa estelar tienen un tamaño de pocas decenas de kilómetros de ancho. Una estrella con suficiente materia para convertirse en un agujero negro puede contener 10 veces más materia que el Sol.
Otros, son los conocidos como agujeros negros supermasivos, los cuales contienen tanta materia como un millón o 100 millones de soles.
Los astrónomos consideran que los supermasivos se encuentran en el centro de las galaxias, incluyendo la Vía Láctea, cuyo agujero negro recibe el nombre de Sagitario A* (Sgr A*).