Roma- El Papa Francisco celebró la misa del Sábado Santo en la Catedral de San Pedro -a diferencia de días pasados- acompañado de algunos feligreses y sacerdotes que guardaban distancia de seguridad, para evitar posibles contagios por covid-19.
Durante la ceremonia el sumo pontífice llamó a los creyentes a «acallar las guerras, los gritos de muerte, la producción y comercio de armas, así como un cese a los abortos, que matan vida inocente».
Tradicionalmente durante esta liturgia se celebran bautizos pero ante la emergencia sanitaria, no se llevaron a cabo.
Al inicio de la misa, la Catedral de San Pedro permaneció en penumbras, para simbolizar el duelo por la muerte de Jesús, para posteriormente encender un cirio que marcó el inició de la homilía.
Empero, ante la crisis sanitaria el cirio no se marcó, como tradicionalmente se hace durante la ceremonia, ya estaba marcado con la primera y última letra del alfabeto griego, como símbolo de que el dios de esta religión es “el inicio y el fin de todo”.