Doha.- Tim Weah cumplió en Qatar a su padre, el mítico George Weah, el único futbolista africano que ganó un Balón de Oro y que nunca pudo jugar un Mundial.
El primer eslabón futbolístico de la saga Weah logró el máximo galardón individual en el mundo del futbol en 1995, cuando jugaba en el París Saint Germain.
Pero le quedó la espinita clavada de que su país, Liberia, nunca tuvo el potencial suficiente para clasificar a un Mundial.
Tim Weah, su hijo, no solo consiguió jugar un Mundial, aunque representando a Estados Unidos, el país en el que nació y creció, sino que lo hizo además marcando el único gol de su equipo en el empate contra Gales (1-1), en su debut en el Grupo B.
El joven Weah, de 22 años, cuya madre es jamaicana, a quien el hoy presidente de la nación liberiana conoció en Estados Unidos, fue una pesadilla constante para la defensa galesa, por la banda derecha.
El hijo del mítico George Weah, hizo valer sus genes para ganar por velocidad en muchas ocasiones a la defensa norteamericana.
Y de este modo, en el minuto 35, tras recibir un pase al hueco de su compañero Christian Pulisic, sorprendió a sus rivales por velocidad, quedándose en un mano a mano con el portero galés, marcando con la maestría de su padre, ante la salida del guardameta.