El América de André Jardine no termina por convencer, el equipo es muy frágil defensivamente y falla mucho al frente. Contra Necaxa estuvo cerca de hacer un ridículo jugando como local en el Azteca contra uno de los peores del torneo, como lo son los Rayos, y apenas le pudo ganar 3-2.
La afición en el Coloso de Santa Úrsula se fue contenta solo porque su equipo ganó, pero no se fue del todo convencida, saben que con todos los errores que se cometen juego tras juego no van a llegar a nada.
Los Rayos a pesar de todas sus carencias le hicieron daño al América muy fácil. Apenas había pasado un minuto de empezado el encuentro y en un contragolpe les hicieron el primero a través de Facundo Batista.
América tuvo que remar contra la corriente, Necaxa defendía con sus once futbolistas y eso le costó trabajo al equipo de Jardine, que encontró el tanto del empate con un golazo de Diego Valdés a los 23 minutos. El empate le dio calma al americanismo, que apretaba, se hizo sentir ante el rival y siete minutos después los azulcremas le dieron la vuelta al marcador.
Las Águilas tuvieron un concierto de fallas; Julián Quiñones falló dos ocasiones muy claras en el primer tiempo que le pudieron dar mayor tranquilidad, pero no fue así.
Los Rayos de Dudamel jugaron a lo que les alcanzó, a sorprender en una descolgada y en la segunda jugada de peligro que tuvieron en todo el partido metieron su segundo gol del partido.
La afición no podía creer lo que pasaba, este segundo tanto fue una muestra de que la defensa es muy débil, que Emilio Lara e Israel Reyes juntos en el campo son un desastre.
Para fortuna de las Águilas, el tanto que les devolvió la ventaja en el marcador cayó muy rápido. Ahora sí, Quiñones la mandó guardar. El América tiene mucho por mejorar, el cierre de fichajes aún está medianamente lejos y la directiva tiene que buscar reforzar la defensa porque en ataque este equipo volará cuando tenga todas sus armas disponibles como Cabecita Rodríguez y Henry Martín.
