México.- Lo que sucedió la noche de este viernes en el Luis «Pirata» de la Fuente, sin duda marcará para siempre al futbol mexicano, no solo porque Veracruz estableció un precedente al reclamar dentro del terreno de juego por los adeudos de salarios, sino también porque a Tigres le faltó solidaridad y aprovechó la causa de los escualos, para golearlos 1-3 con dos goles a un equipo que estaba bajo protesta. Será la historia quien juzgue lo que el conjunto de la Sultana del Norte hizo este viernes, porque se lleva tres puntos de la casa de un equipo que hasta horas antes del encuentro dudaba en presentarse a jugar, pero que al final lo hizo ya sea por amor propio, o por aferrarse a la promesa de Fidel Kuri de que al fin les va a pagar y que en su momento más vulnerable, eso les importó muy poco a los de Ricardo Ferretti.
A Tigres le duró un minuto la solidaridad con los jarochos, porque tras el silbatazo inicial, Veracruz decidió quedarse estático y no ir por la pelota, lo cual el equipo universitario apoyó solo por un minuto teniendo conocimiento de la situación. Inmediatamente después, el equipo del Tuca aprovechó el momento y le marcó dos goles a un equipo que veía como su protesta se empañaba por la reacción del conjunto regiomontano.
Primero fue Eduardo Vargas al 2′ con un disparo bombeado de larga distancia, y posteriormente André Pierre-Gignac al 4′, también con un tiro desde fuera del área, para marcar el momentáneo 0-2 en el encuentro y su gol 100 en la Liga MX, el cual sin duda estará manchado por la forma en que lo consiguió.
En ambas jugadas, no intervino el arquero Sebastián Jurado ni ningún otro jugador veracruzano. La situación tomó por sorpresa a todos, tanto a aficionados como a los propios jugadores del Veracruz que de inmediato reclamaron la actitud de Tigres; pero el daño estaba hecho, la situación no tenía marcha atrás y el partido ya estaba a favor de los visitantes, que inclusive tuvieron la desfachatez de reclamarle a los jarochos que jugaran, tal cual lo hizo Edgar Dueñas hacia la banca de los rivales.
Totalmente derrumbado, Veracruz nunca se pudo levantar sino todo lo contario, de nueva cuenta Eduardo Vargas marcó a favor de Tigres al 8′, aunque el partido ya tenía acciones «normales», si es que algo puede considerarse como normal.
Así, en menos de diez minutos, los felinos fabricaron una victoria que sin duda estará por siempre manchada, en un duelo en el que también se quedaron con diez por la expulsión del propio Dueñas por una dura entrada sobre el Keko Villalva.
Mientras tanto, Veracruz, que pudo anotar el del honor gracias a Colin Kazim Richards en los últimos minutos del partido, seguirá remando contracorriente, buscando que la protesta surta efecto, más allá de que Tigres se encargó de empañarla con una actitud para nada solidaria con sus compañeros de profesión.
Con información de www.mediotiempo.com
