A LO QUE SIGUE
Rubén Jasso
Emociones y opiniones encontradas entre los aficionados fue lo que generó la salida de Matías Britos de Correcaminos el pasado lunes, luego de que el rumor de su partida empezó a tomar fuerza desde el domingo por la mañana.
Apenas el pasado jueves, el charrúa había sido protagonista en la campaña llamada “Por la sonrisa de un niño” junto a Miguel Fraga y otros elementos del equipo azul naranja, mostrando disposición para tomarse las fotografías con los aficionados e intercambiar palabras con ellos sobre el futuro inmediato de Correcaminos, aunque en ese momento todo estaba en completo orden.
Sin embargo, ya el domingo y posteriormente el lunes al mediodía, se oficializó la salida del delantero, quien de propia voz dijo que la decisión de pedir su salida se debía única y exclusivamente a motivos familiares, negando en ese momento que ya estuviera en pláticas con algún Club de su país, pues corría la versión de que el Peñarol deseaba tenerlo entre sus filas.
Finalmente la decisión estaba tomada y aunque generó molestia entre muchos aficionados que argumentaban que no respetó el contrato que lo unía al Club, otros fueron más comprensibles con el charrúa y expresaron que el delantero estaba en todo su derecho de elegir otra opción de trabajo que representara un mayor ingreso para él, además de llegar a un equipo de mucha historia en Sudamérica, esto en caso de ser cierto que Peñarol lo buscaba.
Otros más, culpaban a la directiva que encabeza Miguel Mansur por dejar ir al uruguayo, pero la realidad es que la decisión de Britos si obedeció a un asunto familiar y ante eso poco se podía hacer para convencerlo de quedarse.
A título personal, creo que Correcaminos y Matías Britos “quedaron tablas”, es decir, ninguna parte le quedó a deber a la otra, pues si bien el equipo azul naranja “lo rescató” cuando el uruguayo ya no encontró acomodo en la Liga MX, el delantero por su parte hizo un buen trabajo en lo individual y respondió con goles que dieron algo de alegría a los aficionados en medio de la crisis que se vivió en el Apertura 2019.
Lo que resta es mirar para adelante y que la directiva se enfoque en traer un elemento o dos de características similares, pues aún queda tiempo para redondear el plantel que en teoría debe ser protagonista del Clausura 2020. Gracias y hasta la próxima.